Nacido en el auténtico barrio del Sacromonte, cuna de los más grandes del flamenco, a pesar de su juventud, 25 años, es ya considerado por la crítica como el gran futuro del flamenco y sucesor de Paco de Lucía, como ya intuyó su maestro, el genial y grandísimo cantaor Enrique Morente,cuando a los 16 años se lo llevó con él a Nueva York.
Con solo una silla y su guitarra evocan en el espectador un mar de sensaciones, irradia rápidamente el amor por su guitarra, eterna compañera desde niño.
Ella y su misterio lo atrapó para siempre, ella le enseñó, le ilusionó para quererla, para conocerla y adentrarse en ella, sin maestro ninguno, autodidacta, sólo escuchándola, y siguiendo sus consejos minuto a minuto, siempre juntos, para mostrarle al mundo, que sólo 6 cuerdas pueden trasladar a quien los escucha a maravillosos lugares jamás imaginados.
Guitarrista de agilidad incontenible, resultado de una genealogía asimilada e intuiciones aprendidas, desata de repente un punteo sin un porqué. Luego una soleá . Luego, ya, si eso, habla.
Cinco generaciones que empiezan en el Tío Miguel, cruzan por Juany Pepe Habichuela, calan en los Ketama y continúan en él dan cuenta de aquella letra que cantaba Camarón por bulerías cuando Paco de Lucía le daba el pulso.